La Reflexión N.º
289. Se titula: Elementos consagrados al Señor. Primera parte.
Estimado lector: ¿
Pensó alguna vez del porqué en algunos momentos se usan elementos
consagrados al Señor? La Santa Biblia , que es la palabra de Dios,
nos prohíbe, para que no seamos idólatras, adorar imágenes,
estampas , cruces, etc, etc. Dice: “ Deuteronomio 5: 8-9
8 No harás para
ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los
cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
/// 9 No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres
sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me
aborrecen,” Este
mandamiento es totalmente claro, mas también podemos ver , en las
Sagradas Escrituras, que se usaron elementos naturales, como la sal y
el barro, para lograr algo muy necesario, o sea que, estos elementos
que se utilizaron, fueron como un detonante para que manifestara la
fe, la cual no la podemos ver, ni tocar, como a los elementos
físicos, y sin embargo los resultados son positivos al ciento por
ciento. Para tener el
concepto más claro, tomaremos el ejemplo de la electricidad. No la
podemos ver, sabemos que existe porque se manifiesta dando energía a
todo aparato que lo
necesite.
La fe también es así. No la podemos ver con nuestros ojos físicos,
mas los resultados finales son : totalmente positivos.
Estaremos
compartiendo dos ejemplos que se usaron elementos; por supuesto que
hay más. Uno del Antiguo Testamento, y otro del Nuevo Testamento.
Por el Antiguo me referiré a Jacob, hijo de Isaac, quién huyó
hacia el territorio de Harán porque su hermano Esaú lo quería
matar, a causa de que mediante un engaño, recibió la bendición
patriarcal, de su padre Isaac, y en esos tiempos eso era muy
importante, pues el patriarca pasaba al que bendecía, toda la
bendición y bonanza que Jehová Dios le había concedido. Con
el tiempo Jacob también recibió engaños de parte de su suegro
Labán, pues él
quería tener un salario estable, cosa que no pudo lograr, ya que
Labán se lo cambiaba permanentemente, y es más, Labán se
beneficiaba. Jacob le propuso a su suegro que las ovejas que nacieran
manchadas y salpicadas de color serían para él y las oscuras serían
para Labán, las cabras
salpicadas de color también serían para él; Labán
dijo que sí. Ahora bien lo que propuso Jacob, no era tan fácil,
pues por lo general estos animales nacían blancos o negros. Jacoc
para lograr estos objetivos usó su fe.
Cito específicamente: “ Génesis 30: 37-43.///
37 Tomó Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de
castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así
lo blanco de las varas./// 38 y puso las varas que
había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos
del agua a donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban
cuando venían a beber./// 39 Así concebían las ovejas delante de
las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de
diversos colores./// 40 Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con
su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de
labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de
Labán. /// 41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las
ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en
los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas./// 42
Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía, así
eran las más débiles para Labán, y más fuertes para Jacob./// 43
Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y
siervos, y camellos y asnos.” En cuanto al Nuevo
Testamento citaré lo que hizo nuestro Señor Jesucristo para darle
vista a un ciego de nacimiento, usó lodo, con el que untó los ojos
del ciego. No es que el Señor Jesús, no tuviera fe para abrirle los
ojos al ciego, sino que untó con barro para que al ciego se le
despertara su fe, y pudiera recibir ese maravilloso milagro.
Solo transcribiré los versículos específicos , el relato continúa
y recomiendo que lea el capítulo completo “ San Juan 9: 1-7
Jesús sana a un ciego de nacimiento.
Estimado: continuaremos en la próxima Reflexión , o sea la N.º
290.