La Reflexión para este día se titula: Los vicios.
Como es de dominio general esto es algo que le hace daño a la persona en cuestión y provoca una opresión muy grande e insoportable al entorno familiar. Estas personas, cuando momentáneamente les pasa la “crisis”, juran y perjuran que no lo volverán a hacer más, prometen y lloran sinceramente y hasta llegan a convencer a los que lo rodean. Pero pasado un tiempo, vuelven a caer nuevamente. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es la razón? ¿Cuál es la causa? ¿Los científicos lograron descubrir algo para erradicar estos males?
El ser humano natural que no acepta al Señor Jesucristo como su salvador personal, está expuesto a que entre en su interior un espíritu inmundo de vicio. Estas personas están poseídas por estos espíritus inmundos que los inducen a todo tipo de vicios: bebida, droga, fumar, etc. Estos espíritus inmundos son más fuertes que los seres humanos, en Salmos 8:4-5, dice: 4. “Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
5. Lo has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Como podemos ver en el versículo 5, el hombre no puede contra los demonios, pero si acepta al Señor Jesús, que fue quien venció a Satanás y a todos los demonios, se arrepiente sinceramente de los vicios o vicio que pudiera tener, será liberado.
El espíritu inmundo saldrá y la persona quedará verdaderamente libre”.
Gálatas 5:1, dice: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. Estimado oyente: solamente el Señor Jesucristo es quien puede liberar al ser humano de las cadenas puestas por Satanás y sus demonios. Exhorto a los que están con esas cadenas: dé un paso de fe, hacia el Señor.
No permita que el diablo lo tenga oprimido sufriendo y haciendo sufrir a sus familiares, confíe de todo su corazón en el Señor y él lo librará. San Juan 8:36, nos dice: 36. “Así que, si el Hijo os libertaré, seréis verdaderamente libres. La verdad fue expuesta, queda en usted que dé ese paso importante de fe”. Y para finalizar quiero dejarles el versículo 32 del capítulo 8 de San Juan que dice: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor.