TEMA 49. LA HOMOSEXUALIDAD

La Reflexión para este día se titula: La Homosexualidad.
Estimado oyente: esta aberración fue practicada desde los principios de la humanidad, antes del diluvio, después del diluvio, en la época de los Egipcios, y otras más. En la cultura griega y romana, se aceptaba que los varones convivieran con personas del mismo sexo, y se unían con las mujeres para solamente tener descendencia. Todo esto estaba propiciado por las autoridades y a la gente le parecía que así debía de ser, ya que eran pueblos paganos y no conocían al Dios verdadero. En sus vidas reinaba Satanás. Para el pueblo de Dios en Levítico 18:22, el Señor dijo lo siguiente: “No te echarás con varón como con mujer, es abominación”. El apóstol Pablo en la epístola a los Romanos 1:27, los exhortó de esta manera. Y de igual modo, también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
San Judas 1:7, dice: “Y como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”. Podríamos continuar citando más cosas sobre este pecado, mas el mensaje que el Espíritu Santo tiene para aquellas personas que están escuchando y tienen esa cadena maldita que es la homosexualidad, es que acepten al Señor Jesucristo en su corazón, que se arrepientan de todos sus pecados, para que el Señor comience a operar ese cambio. Para que saque ese demonio maldito de homosexualidad que está adentro de su corazón y salve su alma que es lo más preciado que tiene el ser humano.
En 1ra de Corintios 6:9, el apóstol Pablo dice: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los que se echan con varones”.
A todas esas personas que tienen este demonio, los exhorto en el amor al Señor, se arrepientan sinceramente para que sean lavados por la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo y sean justificados por Él, para que se cumpla lo que dice 1ra de Corintios 6:11: “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu Santo de nuestro Dios”.
Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor.