La Reflexión N.º
542. Se titula: Temeroso de Dios. Parte primera
Estimado
lector:Muchas veces los seres humanos hacemos peticiones y rogativas
a Dios por diversos problemas y necesidades, y por supuesto que se
espera respuesta al pedido. Y aquí surge un interrogante: ¿ Habrá
respuesta? ¿ Hice bien el pedido?
Como siempre la
respuesta verdadera está en la Santa Biblia, que es la palabra de
Dios.
Estaremos
compartiendo versículos bíblicos, del evangelio de San Juan, sobre
la sanidad que hizo el Señor a un ciego de nacimiento y la
incredulidad de los fariseos ante este milagro. Favor de leer en su
Biblia: San Juan 9, capitulo completo. Lo que resaltaré es: las
respuestas que dio el hombre que recibió la vista, a los fariseos.
Evidentemente, era temeroso de Dios, y que hasta ese momento
mendigaba. Además este milagro fue para la gloria de Dios. Paso a
los versículos bíblicos:
“ San Juan 9:
1-7. Jesús sana a un ciego de nacimiento./// 1 Al pasar Jesús, vio
a un hombre ciego de nacimiento./// 2 Y le preguntaron sus
discípulos, diciendo: Rabí, ¿ quién pecó. Éste o sus padres,
para que éste haya nacido ciego?/// 3 Respondió Jesús: No es que
pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se
manifiesten en él./// 4 Me es necesario hacer las obras del que me
envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie
puede trabajar./// 5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del
mundo./// 6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la
saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, /// 7 Y dijo: Ve a
lavarte en el estanque del Siloé ( que traducido es, Enviado). Fue
entonces, y se lavó, y regresó viendo.”
Ahora vamos a :”San
Juan 9: 13-31. Los fariseos interrogan al ciego de nacimiento./// 13
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.///
14 Y era el día
de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los
ojos./// 15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo
había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y
me lavé y veo./// 16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese
hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros
decían: ¿ Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y
había disensión entre ellos./// 17 Entonces volvieron a decirle al
ciego: ¿ Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que
es profeta./// 18 Pero los judíos no creían que él había sido
ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los
padres del que había recibido la vista./// 19 y les preguntaron,
diciendo: ¿ Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació
ciego? ¿ Cómo, pues, ve ahora?/// 20 Sus padres respondieron y les
dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego; ///
21 pero cómo ve ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los
ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él
hablará por sí mismo./// 22 Esto dijeron sus padres, porque tenían
miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que
si alguno confesare que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la
sinagoga./// 23 Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a
él./// 24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido
ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese
hombre es pecador./// 25 Entonces él respondió y dijo: Si es
pecador no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora
veo./// 26 Le volvieron a decir: ¿ Qué te hizo? ¿ Cómo te abrió
los ojos?/// 27 El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis
querido oír; ¿ porqué lo queréis oír otra vez? ¿ Queréis
también vosotros haceros sus discípulos? /// 28 Y le injuriaron: Tú
eres su discípulo ; pero nosotros, discípulos de Moisés somos///
29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a
éste, no sabemos de donde sea./// 30 Respondió el hombre, y les
dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de donde
sea, y a mí me abrió los ojos./// 31 Y sabemos que Dios no oye a
los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su
voluntad, a ése oye./// 32 Desde el principio no se ha oído decir
que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego./// 33 Si éste no
viniera de Dios, nada podría hacer./// 34 Respondieron y le dijeron:
Tú naciste del todo en pecado, ¿ y nos enseñas a nosotros? Y le
expulsaron.
Continuaremos
en la próxima Reflexión, o sea la número 543. Y el subtítulo
será:
Ceguera espiritual.