La Reflexión N.º
501. Se titula: ¿ Podemos invocar el nombre del Señor sin creerlo?
Estimado lector: En
esta reflexión, comparto con usted, este interrogante que es usado
en momentos que generalmente vemos que nos sobreviene un peligro,
Antes de continuar refrescaremos el significado de la palabra :
invocar: llamar uno a otro en su favor y auxilio. Ese otro, que dice
la definición es, y debe ser: al Señor Jesucristo, para los
cristianos. El mundo está minado de maldades promovidas por Satanás
y ejecutadas por personas de mal corazón; y la manera de estar
protegidos es buscar al Dios verdadero. Ahora leeremos: “
Romanos 10: 13-17 // 13 porque todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo.// 14 ¿ Cómo, pues, invocarán a aquel en el
cual no han creído? ¿ Y cómo creerán en aquel de quien no han
oído? ¿ Y cómo oirán sin haber quien les predique?/// 15 ¿ Y
cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡ Cuán
hermosos son los pies de los que anuncian buenas nuevas! /// 16 Mas
no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿
quién ha creído a nuestro anuncio?/// 17 Así que la fe es por el
oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Apreciado lector: el
invocar al Señor, y para que obtengamos la respuesta necesaria, debe
estar afirmada, en la aceptación al Señor Jesús, caso contrario no
habrá respuesta positiva; la diferencia podemos verla en: “
Apocalipsis 11:13 En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima
parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en
número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron
gloria al Dios del cielo.”
Este
versículo, referente a lo que acontecerá en los tiempos finales,
estas personas que dicen:
“ y dieron gloria a Dios”, evidentemente no serán creyentes
verdaderos, ya que al ver este terrible acontecimiento, se
aterrorizaron y una persona aterrorizada: no es cristiano verdadero,
y por más que invoque, no tendrá respuesta positiva. Para
el cristiano esto escrito es lo verdadero:
Dice:
“ Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”
Amable lector: La conclusión de todo es: afirmarnos en el Señor
Jesucristo, para lo cual, y si es que todavía no lo hizo, es
necesario que acepte en su corazón al Señor Jesucristo, con
arrepentimiento sincero de todos sus pecados, abrazando el sacrificio
de la cruz del Calvario; busque un templo evangélico, en donde se
mueva el poder del Espíritu Santo, y practiquen liberación de
demonios, consiga o compre la Santa Biblia, le recomiendo la Reina
Valera, edición 1960, y verá que en poco tiempo cambiará para bien
su vida espiritual y física.
Para finalizar le dejo, como es mi costumbre, un versículo para que
lo medite:
“ 1 Juan 4:18
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el
temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no
ha sido perfeccionado en el amor.”
Que el Señor lo bendiga abundantemente, un amigo en el Señor.
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