TEMA 28. LOS TEMORES DEL SER HUMANO

La Reflexión para esta mañana se titula: Los temores del ser humano.
Todos los días, cuando arrancamos a trabajar, esto sucede a todas aquellas personas que no creen en el Dios verdadero, vienen a su mente y a su espíritu, temores, incertidumbre, miedos a que le pueda ocurrir un accidente o lo asalten para quitarle el poco dinero que lleva y también a que le quiten la vida.
¿Por qué sucede esto? ¿Será que tendremos que vivir de esta manera? ¿Habrá solución para estos temores?
Por supuesto que los hay. La solución a todos estos pensamientos puestos por Satanás y sus espíritus inmundos es entregar su vida y su corazón al Señor Jesucristo.
La Santa Biblia que es la Palabra de Dios nos dice en Salmos 91:1-4:
1.    El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
2.    Diré yo a Jehová; Esperanza mía y castillo mío; Mi Dios en quien confiaré.
3.    El te librará del Lazo del cazador, de la peste destructora.
4.    Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.
Mas el Señor toda protección la hace completa. También nos protegerá de noche contra toda asechanza del diablo y sus espíritus inmundos. En Salmos 91:5-6 continúa diciéndonos:
5.    No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día.
6.    Ni testilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
Y como el Señor no deja nada sin un acabado total, finalizaré esta reflexión con Salmos 91:7-16.
7. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
8. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos
9. Porque ha puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación.
10. No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
11. Pues a sus ángeles mandará a cerca de tí, que te guarden en todos tus caminos.
12. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
13. Sobre el león y el áspid pisaras; hollarás al cachorro del león y al dragón.
14. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré: Le podré en alto, por cuanto ha conocido nombre.
15. Me invocará y yo le responderé: con él estaré yo en la angustia; lo libraré y lo gratificaré.
16. lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.
Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor.