La Reflexión para este día se titula: Buscar a Dios a través de la oración.
Estimado oyente: el ser humano por haberse apartado del Dios verdadero, se encuentra, cuando le acontece algún problema muy grave, sin poder comunicarse con Dios, que el único que lo sacará adelante, porque no sabe o no encuentra la manera de tomar esa mano, esta tabla de salvación.
Entonces él mismo se pregunta. ¿Cómo tengo que hacer para que Dios me escuche? ¿Cómo será la “fórmula” que debo emplear para que me escuche? ¿Será que debo “rezar” como cuando era chico?
Estimado oyente: hay una gran diferencia entre ORAR y REZAR.
Rezar: son fórmulas escritas por hombres que generalmente van dirigidas a supuestos santos o deidades, con las que se pretende conmover a Dios para que haga tal o cual milagro.
Orar: es hablar con Dios. Con palabras sencillas que brotarán de un corazón arrepentido y sincero, cuando se humilla ante la presencia de Dios; o para agradecer, o pedir algo, etc, etc. Debe ser con humildad y respeto como corresponde al dirigirnos al Rey de Reyes y Señor de Señores.
La Santa Biblia, que es la Palabra de Dios, nos pone innumerables ejemplos de Oración dirigidas al Señor. En esta oportunidad, citaré versículos en donde el Señor Jesús, nos dejó para todos nosotros una única oración.
San Lucas 11:2-4.
2. “Y les dijo: cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
3. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
4. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación mas líbranos del mal”.
Estimado oyente: cuando hagamos oración al Señor, tratemos de estar apartados de todo ruido y distracción. El Señor Jesucristo, siempre se apartaba para poder comunicarse con su Padre a lugares solitarios y silenciosos.
San Mateo 14:23, dice: Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba solo.
Estimado oyente: quiero dejar estar humilde oración para aquellas personas que estén buscando al Señor y no sepan como hacerlo. La titulé:
Oración de búsqueda de Dios: Dios, he podido escuchar que existes. Ya he golpeado todas las puertas y ninguna se abre. Sinceramente no sé que hacer, no sé cómo dirigirme a tí. Te estoy hablando con el corazón, como antes le hablaba a mi papá, cuando era niño, hace mucho tiempo. Eres mi única tabla de salvación. Perdóname por no haber recurrido a tí. Me llevaba el mundo por delante y luché, pero todo fue en vano. Hoy me pongo de rodillas ante tí, y me humillo, esperando que me respondas. Dios, no me falles: necesito que me des tu perdón por todas las cosas malas que hice en mi vida. Reconozco que fui una mala persona y también hice sufrir a otros. Perdóname y protégeme, ya que no puedo seguir así, tú eres mi única salida, mi única solución; ven Señor Jesús a desobediencias, ten misericordia de mí y ayúdame.
Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor.