TEMA 67. ¿LAS RIQUEZAS SON BUENAS O MALAS? PARTE II

La Reflexión: ¿Las riquezas son buenas o malas? Parte II.
En la antigüedad hubo un rey llamado Salomón, a quien Dios, sin él haber pedido riquezas, se las concedió; llegando a ser el hombre más rico de todos los tiempos. Este rey, llamado Salomón, había pedido al Señor: sabiduría. 1Reyes 3:11-13.
11. “Y le dijo Dios: porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste inteligencia para oír juicio.
12. He aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.
13. Y aún también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días”. 2 Crónicas 1:12: “Sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti”.
Las riquezas como tales ¿pueden perder su alma? Esta respuesta, como otros interrogantes, están como siempre en la Santa Biblia.
Siempre depende del corazón de las personas, y que esté o no en la presencia del Señor. Por ejemplo: en todos los tiempos hubo y hay personas que se enriquecen por no pagarle al trabajador lo que le corresponde. A este tipo de personas el apóstol Santiago los exhorta. Santiago 5:1-4. 1. “¡Vamos ahora, ricos! ¡Llorad y aullad por las miserias que os vendrán!
2. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas por de polilla.
3. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.
4. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejército”.
Evidentemente “los malos ricos” ponen su amor en el dinero. 1 Timoteo 6:10, dice: “Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados por muchos dolores”. ¿Podrían estas personas mejorar su situación espiritual ante El Señor? La respuesta está en 1 Timoteo 6:17-19.
17. “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino que en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
18. Que hagan bien, que sean ricos en buenas, dadivosos, generosos;
19. Atesorando para su buen fundamento para lo porvenir, que eche mano de la vida eterna”.
En la próxima reflexión trataremos sobre personas que pusieron su corazón en las riquezas y de cómo les fue.
Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor.