TEMA 74. LA MODA DE LAS MUJERES QUE MUESTRAN PARTES DE SU CUERPO

La Reflexión para este día se titula: la moda de las mujeres que muestran partes de su cuerpo.
Amable oyente: se puso a pensar ¿Por qué las mujeres, en general, usan la moda de mostrar sin ningún pudor todo lo que pueden de su cuerpo? Observe, por ejemplo, un matrimonio que el hombre permite a su mujer usar esta moda ¿Por qué será realmente?
La Santa Biblia, que es la Palabra de Dios nos explicará claramente el porqué. El Apóstol San Pablo en 1 Tesalonicenses Capítulo 4, versículos 4 y 5, dice: 4. “Que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;
5. No en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios”. Aquí está el punto principal: “pasión de concupiscencia”. Ahora bien: la pasión es instinto sensual que al estar unido a la concupiscencia, que es apetito desordenado de los placeres deshonestos, producirá a la corta o a largo, infidelidad, tanto de una parte como la otra, pues no se conformarán con lo que tienen, sino que buscarán otra persona y otra y otra… Se dejan llevar de los gustos y deleites de los sentidos. Esto es una doctrina filosófica apuesta al idealismo, que reconoce por único fin los goces materiales y sensuales poniendo exclusivamente en los sentidos el origen de las ideas, se abandona a los placeres sensuales. Detrás de todo esto hay unos espíritus inmundos de sensualidad, para que entren en los seres humanos, que no están protegidos por El Señor Jesucristo ¿Habrá solución para este problema? Si y es El Señor Jesús. El evangelio de San Juan cap. 8:1-8 habla de una mujer que había sido sorprendida en el mismo acto de adulterio a la cual los escribas y fariseos la habían traído al  ante El Señor para ver si Él la condenaba o no, para poder acusarlo después; y El Señor ¿Qué hizo? ¿La condenó, la trató duramente, como esperaban los escribas y fariseos? No, amable oyente, usó su ley, la ley del amor, como dice 1 Juan 4:8: “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor, haciendo lo opuesto a lo que ellos esperaban, hasta muchos de nosotros mismo en otros tiempos que no conocíamos al Señor Jesús, también pensábamos así; la liberó de ese demonio terrible, que destruye los matrimonio, la perdonó y le dijo que no volviera a practicar mas ese pecado tan tremendo”. –San Juan Cap. 8:10-11:
10. “Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: mujer ¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
11. Ella dijo: Ninguno Señor, entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”. Amable oyente: vea que amor infinito el del Nuestro Señor Jesucristo. Solamente Él puede liberarlo de estos demonios o de cualquier demonio, solo debe dar un paso de fe hacia Él aceptándolo en su corazón para después recibir la oración de liberación.
Anímese y avance hacia El Señor y así la victoria será segura. Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en El Señor.