La Reflexión. Quiero titular esta reflexión: el valor del hombre.
Estimado lector: ¿Alguna vez se puso a pensar el valor real que tiene el hombre?
Este valor se puede comparar con algo o alguien? ¿Cuál es la dimensión real que tiene el hombre ante Dios, su creador, y ante el resto de la creación?
Los filósofos y pensadores definieron al hombre de muchas maneras, pero nunca pudieron saber el valor del mismo.
Esto pasó y pasa porque el hombre natural está apartado de su creador y no puede comprender ni siquiera el porqué de la creación.
Como siempre la verdad saldrá a la luz, a través de las Sagradas Escrituras, para lo cual deberemos remontarnos al libro de Génesis. Pero antes quiero agregar que ya habían sido creados, los cielos, la tierra, los animales, las plantas, y ahora venía la creación del hombre. ¿ Y esto por qué? Fue por amor, pues Dios es amor y además lo pondría como señor de toda la Tierra.
Pero lo más importante es que cuando el Señor Dios hizo al hombre lo hizo a su imagen, conforme a su semejanza.
Esto se refiere al alma, a todas las buenas cualidades espirituales, el espíritu, a esa alma que es inmortal. Es por eso que el hombre es tan valioso para Dios.
Dice “Genesis 1:26. Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, Tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la Tierra.”
También agregaré “Genesis 1:27-28”
27. Y creó Dios al hombre su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, llenad la Tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la Tierra.” Y también algo importantísimo: cuando el ser humano entrega su vida al Señor Jesucristo y hace su voluntad. Este lo considera como algo especial, como si fuera un tesoro, y en eso va estar la diferencia entre los justificados por Él y los que no lo acepten.
Dice Malaquías 3:17-18:
17. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día que Yo actúe, y los perdonaré, como el hombre perdona a su hijo que le sirve.
18. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.”
Amable lector ¿entregó su vida al Señor Jesucristo? Si no lo hizo esta es su oportunidad, hoy es el momento, allí en donde se encuentre, abra su corazón para Dios y con sus propias palabras, sinceramente pídale al Señor que perdone todos sus pecados, y vendrá con su Espiritú Santo y llenará su corazón.
Que el señor lo bendiga abundantemente.
Testimonio de Graciela Raffa de Capital Federal:
En nombre de nuestro Señor Jesucristo doy fé que mi vida cambió desde que el Sr. José Roberto Galván me predicó La Palabra de Dios y me sacó, en el nombre del Señor Jesucristo, todos los demonios que arruinaban mi vida.