TEMA 33. ¿EL HOMBRE ES LIBRE O ESCLAVO?

La Reflexión para esta mañana se titula: ¿El hombre es libre o esclavo? El ser humano, dada las condiciones de la abolición de la esclavitud, cree que es totalmente libre. ¿Pero es realmente así? ¿Podemos decir, soy realmente libre? De qué soy esclavo, si vivo en libertad pues no llevo cadenas como los esclavos de la antigüedad; ando por donde quiero y hago lo que mejor me parece.
Estimado oyente: es verdad que la humanidad no lleva cadenas visibles, pero sí están las cadenas invisibles: que son los vicios, las vidas destruidas, los sufrimientos provocados por las separaciones y tantas cosas como también enfermedades propiciadas por el príncipe de las tinieblas Satanás.
En el Evangelio de S. Lucas Cap. 13 del versículo 10 al 13 veremos a una mujer Creyente y enferma, a la que el Señor la hizo libre.
10. Enseñaba Jesús en la Sinagoga en el día del reposo;
11. Y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.
12. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: mujer, eres libre de tu enfermedad.
13. Y puso las manos sobre ella, y ella se enderezó luego, y glorificada a Dios.
Aquí el Señor Jesucristo echó al espíritu inmundo de enfermedad que esta mujer tenía. Esto fue algo visible a todos. Pero como dije anteriormente, si el ser humano está en pecado, esclavo es del diablo. En S. Juan 8:34: Jesús les respondió: “De cierto, de cierto os digo, que todo aquél que hace pecado, es esclavo del pecado”. Y en S. Juan 8:36: “Así que, si el Hijo os libertaré, seréis verdaderamente libres”.
Estimado oyente: El señor Jesucristo quiere que usted sea libre, que no esté sujeto a ninguna cadena puesta por el diablo y sus demonios. La única manera de lograr la liberación es abriendo su corazón a él. Su hubiera alguna persona que tiene vicios y quiere ser liberada de esa cadena infame, deposite toda su confianza en el Señor, ponga su mano sobre su corazón, rebélese contra ese espíritu inmundo de vicio, enfermedad, o cualquier otro espíritu malo; acepte al Señor Jesús y pídale clamando que rompa esas cadenas malditas que le hacen vivir sufriendo.
Rebélese contra el Diablo, el Señor es quien luchará por usted, crea, confíe, él tiene todo el poder. En S. Mateo 28:18 dice: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Si usted cree en ese poder, quedará libre”. Gálatas 5:1, dice: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor.