TEMA 62. EL DIVORCIO SEGUNDA PARTE

La Reflexión para este día se titula: El divorcio segunda parte.
Estimado lector, en La Reflexión anterior finalizamos dejando el interrogante de si había solución para este tema tan delicado.
Si hubo amor en la pareja al divorciarse, esa ruptura origina dolor que se agudiza más cuando hay hijos. Entonces vienen los ayes y lamentaciones y por más que vayan a psicólogos o a quien quiera no habrá solución.
Solamente a través del Señor Jesús, poniendo toda nuestra fe en Él, podremos lograr la restauración total y definitiva a ese problema. Reconociéndolo como el Dios verdadero; humillándonos, limpiando nuestro corazón de todo rencor, que se produjo por el engaño, la mentira y el adulterio, perdonando, como Él perdonó. Esa es la única manera que existe para solucionar este delicado problema. Por supuesto que no es fácil.
En este acto interviene el Señor Jesucristo, la persona herida y también el heridor, el que cometió el adulterio, el que pecó, quien deberá arrepentirse sinceramente y clamar a Dios para ser perdonado y pedir perdón a quien ofendió; entonces a partir de ese perdón el Señor, comenzará a restaurar esa relación de una manera extraordinaria y perfecta, porque el amor de Dios, que es el amor perfecto, inundará los corazones heridos reestableciendo esa unión que una vez fue buena y por culpa del demonio maldito y sus espíritus inmundos, que habían ingresado en la vida de la pareja, por intermedio de uno de ellos, incitó a traicionar y a cometer adulterio.
La persona que tiene ese espíritu inmundo se complace en lo que practica y además no puede dejar de hacer eso pues es dominado por los demonios. Humanamente no puede liberarse de ello, pues los demonios son más poderosos que el ser humano. Solamente, vuelvo a repetir, a través del Señor Jesucristo se puede lograr esa liberación tan ansiada y esperada.
A continuación, mediante la Santa Biblia, que es la Palabra de Dios, escucharemos un relato, en el Evangelio de San Juan, en donde el Señor Jesús nos dejó de una manera clara, que hay solución para este pecado, me refiero al adulterio, mediante su amor y su misericordia. San Juan 8:1-11: “La mujer adúltera:
1. Cada uno se fue a su casa; Y Jesús se fue al monte de los Olivos.
2. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y estando sentado él, les enseñaba.
3. Entonces los escribas y los Fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; poniéndola en medio.
4. Le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el mismo acto de adulterio.
5. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues. ¿Qué dices?
6. Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinando hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
7. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
8. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
9. Para ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
10. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: mujer ¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
11. Ella dijo: ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete y no peques más”.
Que el Señor lo bendiga abundantemente.