TEMA 39. ENFERMEDADES CONTAGIOSAS

La Reflexión para este día se titula: Enfermedades contagiosas.
Existen en nuestra sociedad plagas, llamadas enfermedades que destruyen masivamente. Los científicos, como es lógico estudian y tratan de encontrar remedio para estos azotes, como el Sida por ejemplo, que no solamente ataca a una sola persona, sino que su descendencia queda infectada.
El ser humano al apartarse del Dios verdadero y al practicar todo tipo de pecado atrae sobre sí, plagas, y por más que los hombres de ciencia encuentren remedio para ellas, permanentemente volverán a aparecer nuevas plagas.
¿Por qué ocurre esto? ¿Acaso la ciencia no está descubriendo y probando nuevos antídotos para combatir estas plagas?
La razón es porque el ser humano continúa apartado de Dios, y por consecuencia sigue practicando el pecado.
Todo esto ya fue escrito en la Biblia que es la Palabra de Dios. Deuteronomio 28:58-61, nos dice: 58. “Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: Jehová tu Dios.
59. Entonces Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas;
60. Y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.
61. Asimismo toda enfermedad y toda plaga, que no esté escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que seas destruido”.
Exhorto a aquellas personas que están con enfermedades que entreguen su corazón al Señor Jesucristo para que él perdone sus pecados y sean curadas. Confíe en él, deposite toda su fe, el Señor vino a rescatarnos y sufrió por nosotros. En Isaías 52:5, dice: “Mas el herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Y para finalizar cito Eclesiastés 12:13: “El fin de todo el discurso oído es este: teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”. Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor.