En esta Reflexión, que es titulada “Los falsos Cristos”, quiero advertir, al estimado lector, la proximidad de la venida del Señor Jesucristo; lo cual podremos constatar a través de los versículos bíblicos que veremos a continuación. Y también la seriedad con la que deberemos tomar lo advertido por el Señor, ya que estará en juego nada más ni nada menos que nuestra alma, la que según hayamos aceptado de todo nuestro corazón al Señor, irá a una morada preparada por él, como dice en San Juan 14:2: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo lo os hubiera dicho; voy pues, a preparar, lugar para vosotros”; “O iremos al lugar que tiene preparado Dios para el diablo y sus demonios, lugar que no fue hecho para el hombre, pero por su desobediencia será también lanzado a ese lugar de tormento eterno. Apocalipsis 20:11-15:
11. “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
12. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida, y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
13. Y el mar entregó los muertos que había en él: y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la segunda muerte.
15. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”
Amable lector: hay un premio para todas aquellas personas que acepten al Señor Jesucristo como su salvador y esto es: las moradas celestiales que él fue a preparar, pero también hay algo muy tremendo para aquellos que lo rechacen, esto es: un lago de fuego y azufre como dice Apocalipsis 20:10: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
Yo creo que deberemos tomar las cosas del Señor con mucha seriedad. El Señor viene hablando a través de las Escrituras, por sus siervos; hay señales, que se cumplen indefectiblemente, o sea que debemos poner una buena disposición a la voz del Señor, abrir nuestro corazón para él, y así de esa manera comenzará a reinar en nuestras vidas obteniendo la paz, la alegría, la prosperidad, la unión familiar, el amor. No ser rebeldes a su voz, a su llamado, confiar plenamente en él, pues es el único que nos dará todo lo que necesitamos, por su misericordia, por su amor; con luchas, pero venciendo. El mismo Señor nos exhorta en S. Juan 16:33: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Que el señor los bendiga abundantemente.
11. “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
12. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida, y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
13. Y el mar entregó los muertos que había en él: y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la segunda muerte.
15. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”
Amable lector: hay un premio para todas aquellas personas que acepten al Señor Jesucristo como su salvador y esto es: las moradas celestiales que él fue a preparar, pero también hay algo muy tremendo para aquellos que lo rechacen, esto es: un lago de fuego y azufre como dice Apocalipsis 20:10: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
Yo creo que deberemos tomar las cosas del Señor con mucha seriedad. El Señor viene hablando a través de las Escrituras, por sus siervos; hay señales, que se cumplen indefectiblemente, o sea que debemos poner una buena disposición a la voz del Señor, abrir nuestro corazón para él, y así de esa manera comenzará a reinar en nuestras vidas obteniendo la paz, la alegría, la prosperidad, la unión familiar, el amor. No ser rebeldes a su voz, a su llamado, confiar plenamente en él, pues es el único que nos dará todo lo que necesitamos, por su misericordia, por su amor; con luchas, pero venciendo. El mismo Señor nos exhorta en S. Juan 16:33: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Que el señor los bendiga abundantemente.