TEMA 83. ¿CUÁL ES EL DESTINO DEL SER HUMANO? ¿PUEDE DETERMINARLO O NO?

La Reflexión. ¿Cuál es el destino del ser humano? ¿Puede determinarlo o no?
Hubo un artista marcial muy famoso, del estilo Kung Fu, que creó su propio estilo y saltó al pináculo de la fama a través del cine en el año 1971. Obtuvo honores, muchísimo dinero y murió el año 1973 con solo 32 años de edad y condiciones físicas inmejorables.
Sobre este deceso se tejieron innumerables opiniones, teorías y especulaciones de todo tipo.
Hasta el momento el diagnóstico más acertado fue: muerte por Sudep. Sufría convulsiones que alteraban los períodos de la contracción y relajación de los músculos, algo similar a un ataque de epilepsia. Esto, espiritualmente, está sustentado por un espíritu de muerte.
También estaré citando versículos bíblicos, para que usted piense y vea que no solo es lo que nuestros ojos físicos ven, sino que también deberíamos tener gran cuidado de nuestra alma, de nuestro espíritu. Examinarnos si estamos cuidando positivamente de nuestro espíritu, el cual no tiene precio porque es nuestra esencia, nuestro yo.
Esta Reflexión, no tiene ninguna animosidad contra nadie. Simplemente, como vengo diciendo, es para que reciba la luz del Santo Evangelio del Señor Jesucristo, acepte el sacrificio de la cruz y crea en Él y sepa que hay un Dios verdadero.
Sin lugar a dudas, esta persona, que hice referencia anteriormente, al no haber aceptado al Señor Jesucristo, al sacrificio de la cruz y no haber tenido una vida acorde a los mandamientos, estatutos y enseñanzas del Señor, no tengo ninguna duda del destino de su alma, de su espíritu.
El Evangelio según San Marcos, capítulo 8 versículo 36 nos enseña lo siguiente: 36. “Porque ¿Qué aprovechara al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma?”
Observe con detenimiento. Está hablando de ganar todo el mundo y ¿A provecho de qué?... ¿Qué satisface con esto?... ¿De qué le servirá en la dimensión espiritual el dinero, la fama? ¿Los honores? ¿Le darán un lugar en el reino de los cielos?
Nuestro Señor Jesucristo nos enseña en el Evangelio según San Mateo 6:19-21.
19. “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
20. Sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla y ni el orín corrompen, y donde ladrones ni minan ni hurtan;
21. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
Amable lector: ¿Adónde está su corazón?...
Haga un examen de conciencia muy serio para poder responder.
Se estará proyectando a un lugar de oscuridad y tinieblas o a moradas preparadas por el Señor Jesucristo en gozo celestial.
Para finalizar le dejaré dos versículos de Apocalipsis 20:12-15”.
Me gustaría que leyera el capítulo 20 completo.
“12. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
15. Y el que no se halló inscripto en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.
Que el Señor abra su entendimiento para que acepte de todo su corazón al Señor Jesucristo y sea salvo.