La Reflexión. Se titula: La prosperidad de los impíos.
Estimado lector: muchas veces el mundo aplaude y se regocija de que tal o cual personaje haga ostentación desmedida de dinero y aunque ese individuo sea un canalla, la mayoría lo aceptará y hasta muchos desearan ocupar su lugar.
¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es la causa de este fenómeno? Por supuesto que es el amor al dinero. También se platea una pregunta muy interesante: ¿Cuál es la diferencia entre un impío con dinero y una persona que no lo tiene, pero no es impía?
A continuación expondré pasajes de la Santa Biblia, la Palabra de Dios, para comprender en forma clara e inequívoca la verdad.
Hay varios pasajes para citar, mas en esta oportunidad presentaré: Proverbios 15:6. “En la casa del justo hay gran provisión.
Pero turbación en las ganancias de dos partes”.
Por un lado habla de que el impío tiene turbación en las ganancias. La turbación es la acción y efecto de turbar o turbarse, lo cual significa que hay confusión, desorden y desconcierto, lo cual por consecuencia lo lleva a vivir mal; en cambio toda aquella persona que es justificada por la sangre del Señor Jesucristo, obtendrá todo lo que necesite, pues al haberlo aceptado en su corazón y ponerlo en primer lugar, está haciendo caso a la Palabra de Dios que dice así en Mateo 6:33. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas os serán añadidas.”
Amable lector: ¿Cómo está su vida? ¿Entregó su corazón al Señor Jesucristo para poder gozar de una vida nueva, sin confusión, ni desordenes, ni desconciertos?
Si no lo hizo hable con el Señor Jesucristo y Él lo escuchará, arrepiéntase sinceramente de todos sus pecados, de todas sus desobediencias, acepte el sacrificio de la cruz para que sea justificado y verá qué bien le irá, pues su vida se ordenará con la ayuda misericordiosa de nuestro Señor.
Que el Señor lo bendiga abundantemente.