TEMA 76. ¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN PARA EL CRISTIANO EN SITUACIONES LÍMITES?

La Reflexión para este día: ¿Cuál es la solución para el cristiano en situaciones límites?
Hubo momentos en el cristianismo, y los habrá, en los que muchos pasaron por pruebas muy duras y hasta perdieron su vida por causa del Evangelio. A continuación citaré pasajes bíblicos en los que veremos cómo fueron aconteciendo hechos que solamente se pueden sobrellevar teniendo el Espíritu santo en forma plena y total.
Después de que Esteban fuera apedreado por los judíos: Hechos 7:59: “Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu, hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén: y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles”.
También en Hechos 12:2: “y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan (Esto fue por mandato de Herodes)” Estas citas bíblicas son para que veamos que si bien la Iglesia crecía en sus principios, también Dios permitió que hubiera mártires, seguramente para ejemplo y edificación nuestra. No nos olvidemos que el Señor Jesús en Mateo 10:37, dice: “el que ama a padre y madre mas que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí no es digno de mí”. Estos apóstoles, diáconos y creyentes, verdaderamente pusieron por obra todo el amor que sentían por Nuestro Señor Jesucristo.
¿Y nosotros estamos preparados para eso? ¿Si hubiera una persecución a la verdadera Iglesia del Señor daríamos nuestra vida por no negar al Señor? Por supuesto que la respuesta está en la Escritura. Apocalípsis 3:21, dice: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido; y me he sentado con mi Padre en su trono” ¡Qué respuesta tan verdadera y hermosa dada por Nuestro Señor Jesucristo!
Para los tiempos finales, después que sea levantada la Iglesia, para ir al encuentro del Señor en el aire, también habrá persecuciones terribles para aquellos que no se preocuparon por tener su vida espiritual de acuerdo a las enseñanzas del Señor Jesucristo.
Marcos 13:19, dice: “porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá”, Mateo 24:9, corrobora diciendo: “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Será algo muy duro, poder llegar al Señor mediante el martirio. Esto ya fue mostrado a San Juan”.
Apocalípsis 7:14, dice: “Yo le dije: Señor, tu lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Para nosotros los que amamos al Señor sabemos que la única forma de vencer es tener el Espíritu Santo, hacer la voluntad de Dios y activando permanentemente la fe, luchando todos los días. Un día nos saldrá todo bien, y otras veces no tan bien, pero siempre debemos estar serenos, tranquilos confiando en nuestro Dios, en nuestro Rey y sobre todo saber que el Señor permite que seamos probados para saber cono está nuestra fe”.
Y para ir finalizando cito Mateo 25:1-13.
1. “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.
2. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
3. Las insensatas. Tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
4. Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
5. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.
6. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!
7. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
8. Y las insensatas dijeron prudentes: dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
9. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden y comprad para vosotras mismas.
10. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
11. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, Señor, ábrenos!
12. Mas él respondiendo, dijo: de cierto os digo, que no os conozco.
13. Velad, pues, porque no sabéis el día no la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”.
Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor.