La Reflexión se titula: La Reencarnación.
Esta religión se originó en la India siete siglos antes de Cristo, después pasó a Grecia, luego a Roma y en la actualidad a la secta La Nueva Era, a gurúes, psíquicos, curanderos, brujos, adivinos, teosóficos, etc.
Esta creencia enseña que cuando un ser humano muere, el alma pasa a otro cuerpo continuado con un ciclo repetitivo de muerte, nacimiento, muerte, nacimiento, sin interrupción y según la vida que esté llevando “mala” o “buena”, ascenderá o descenderá en su perfeccionamiento y purificación.
Esta transmigración del alma se basa que la ley del Karma, la cual enseña que si se hacen obras malas habrá castigo y si buenas: recompensa a niveles cada vez más elevados e iluminados y cuando no tenga más que pagar quedara fusionado con el universo.
La creencia de la reencarnación está aparejada al panteísmo que significaría que todo es Dios y Dios es todo.
Amable lector: todos estos conceptos son contrarios a la ley del Dios verdadero, por cuanto el hombre no puede justificarse a sí mismo inventando teorías dictadas por el diablo. Solamente aceptando el sacrificio de la cruz de nuestro Señor Jesucristo y arrepintiéndonos sinceramente de nuestros pecados podemos ser perdonados y comenzamos una nueva vida en Cristo Jesús.
La verdad está en la Santa Biblia que es la Palabra de Dios.
Dice San Juan 3:16-18.
16. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
17. Porque no envié Dios a su Hijo para condenar al mundo, sino que el mundo sea salvo por él.
18. El que en él cree, no es condenado; pero el no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito Hijo de Dios.”
Y para finalizar le dejo Hebreos 9:27. “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio.”
Que el Señor lo bendiga abundantemente.