La Reflexión N.º
319. Se titula: ¿ La caducidad es propia del ser humano?
Estimado lector: ¿
Alguna vez pensó si su espíritu, su alma, tiene caducidad? Sabemos
que el cuerpo humano, si la tiene. Cuando somos jóvenes no tomamos
real conciencia de esta verdad, a pesar de que vemos a nuestros
semejantes, en especial a los ancianos, en los que opera
inexorablemente esta realidad. Y esto es porque la persona joven
tiene fuerza, y esa fuerza que lo impulsa a lograr muchas cosas y
objetivos.
La Santa Biblia ,
que es la palabra de Dios, dice en : “ Proverbios 20:29 La
gloria de los jóvenes es su fuerza y la hermosura de los ancianos es
su vejez.” Punto
importante, mas también debemos accionar para que nuestro espíritu
sea renovado en forma permanente, ya que es inmortal, pues Dios
Todopoderoso y Eterno nos creó a su imagen y semejanza. “
Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de
Dios lo creó, varón y hembra los creó.”
Ahora
bien: ¿ Y cómo sería esta renovación y hacia donde nos lleva?
Estaremos tocando este tema después que compartamos una porción
bíblica, que nos ayudará a comprender este importante punto.
“ 2 Corintios 4: 16-18 /// 16 Por tanto no desmayamos, antes aunque
este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no
obstante se renueva de día en día./// 17 Porque esta leve
tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más
excelente y eterno peso de gloria, /// 18 no mirando nosotros las
cosas que se ven , sino las que no se ven, pues las cosas que se ven
son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
Amable
lector: esta notable indicación es para todos, personas viejas y
jóvenes, porque se refiere a nuestro interior, que es lo más
valioso que poseemos: nuestro espíritu, nuestra alma, es lo que
saldrá de nosotros al momento que dejemos este plano que se ve, para
partir hacia lo que no
vemos con nuestros ojos físicos: o con el Señor Jesucristo o al
infierno.
Nosotros mismos somos los responsables de ese futuro. Solo hay dos
caminos: o el camino angosto o el camino ancho, salvación o
perdición.
Es
por eso que está escrito en: “ San Mateo 7: 13-14. La
puerta estrecha.
13 Entrad por la
puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso es el camino
que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella,
14 porque
estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y
pocos son los que que la hallan.”
Apreciado lector: está en nuestra voluntad de aceptar o rechazar lo
que el Señor Jesús tiene para nosotros: vida eterna en su santa
presencia o condenación eterna, por no querer aceptarlo.
Si usted todavía no lo aceptó, lo invito a que abra su corazón
para Él, con arrepentimiento sincero de todos sus pecados y
desobediencias, abrace el sacrificio de la cruz del Calvario; busque
un templo evangélico donde se mueva el poder del Espíritu Santo y
practiquen liberación de demonios, consiga o compre la Santa Biblia,
recomiendo la Reina Valera, edición 1960, y pronto verá resultados
altamente positivos para su vida espiritual y física.
Para finalizar le dejo un versículo bíblico para que lo medite:
“2 Romanos 12:2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea
la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Que el Señor lo bendiga abundantemente, un amigo en el Señor.
Si desea saber más deje su mensaje al 1134012867