La Reflexión Nº161.
Se titula: Puertas cerradas.
Estimado lector:
Todos, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos encontrado, que
al querer acceder, por ejemplo a un buen empleo, algún negocio,
también en lo sentimental, o en la salud, etc, se apareció una
puerta cerrada. Humanamente hay puertas cerradas que se pueden abrir
y otras no.
Por supuesto que me
estoy refiriendo a las que no. ¿ Y eso porqué ocurre, si a todas
las demás las pudimos abrir? Es porque hay una fuerza maligna que
está cerrando esa puerta.
El diablo y sus
demonios tienen la potestad para hacerlo y esa es la causa que no
podemos abrir.
La Santa Biblia, que
es la palabra de Dios, nos enseña como poder abrirla. Esto se logra
a través de la fe puesta en el Señor Jesucristo, para lo cual, el
que quiera vencer deberá aceptarlo como su Señor y Salvador. Dice
el libro de “Salmos 107:16 Porque quebrantó las puertas de bronce,
y desmenuzó los cerrojos de hierro.” O sea que al intervenir el
poder del Señor destruirá totalmente esa puerta que no se podía
abrir, quedando el camino allanado para nuestro beneficio.
Por desgracia esto
venía pasando cuando no habíamos entregado nuestra vida al Señor y
el diablo nos bloqueaba con facilidad por causa de nuestra rebelión.
Escrito está en “Salmos 107:17
Fueron afligidos los
insensatos, a causa del camino de su rebelión y causa de sus
maldades.”
Es por ello que
debemos ir a la puerta verdadera que el Señor Jesucristo. Dice: “
San Juan 10:9
Yo soy la puerta; el
que por mí entrare, será salvo, y entrará, y saldrá, y hallará
pastos.”
Es ir al encuentro
del Señor y obtendremos , además de todo lo necesario para nuestro
sustento, la vida eterna. En Hechos de los Apóstoles, San Pablo al
regresar de Siria para Antioquía nos enseña:
“ Hechos 14:27 Y
habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes
cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la
puerta de la fe a los gentiles.”
Estimado: ¿hay
alguna puerta cerrada ante usted? ¿ No la puede abrir?
Si desea abrirla hay
alguien que lo hará por usted y es nuestro Señor Jesucristo. Abra
su corazón para él, con arrepentimiento sincero de todos sus
pecados, aceptando el sacrificio de la cruz del Calvario y verá que
todas las puertas cerradas comenzarán a abrirse.
Busque y concurra a
un templo evangélico donde se mueva el poder del Espíritu Santo y
expulsen demonios. Adquiera la Santa Biblia ( recomiendo la Reina
Valera edición 1960 ) y comience a leerla diariamente y medite pues
será su alimento espiritual.
Para finalizar le
dejo un versículo bíblico para que lo medite:” Apocalípsis 3:7
Escribe al ángel de
la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que
tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y
ninguno abre.”
Que el Señor lo
bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor. Si desea saber más
llame o deje su mensaje al 1134012867, de lu a vi en horario de 8.00
a 18.00 hs.